La digitalización y automatización han llegado a los vehículos y sus sistemas de seguridad, asistencia, etc. Ello ha facilitado la labor a los ciberdelincuentes para acceder a los coches. Se trata de un temor por parte de los conductores que viene extendiéndose últimamente, más aún con la más que inminente llegada del 5G.
Y es que, cada vez resulta más fácil y cómodo conducir gracias a la llegada de los sistemas digitales, pero este proceso requiere de un intercambio constante de información entre el vehículo y su entorno, y esto solo puede llevarse a cabo Internet mediante. Este contexto deja una puerta abierta a los cibercriminales más astutos para colarse también en nuestros coches.
¿Significa esto que deberíamos renunciar a los automóviles digitalizados? La respuesta es no. Sencillamente, debemos tomar una serie de precauciones, al igual que con nuestros ordenadores, para protegerlos y disfrutar de todas sus comodidades. En este sentido, los expertos en ciberseguridad nos ofrecen las siguiente recomendaciones para mantener nuestro vehículo seguro frente los ciberdelincuentes.
1. Toma conciencia de que tu automóvil es vulnerable. Ningún coche es inmune a ser manipulado. Sin embargo, dependiendo del grado de digitalización de nuestro coche, este presentará más o menos superficie de ataque para el delincuente. La única forma de reducirlo es entendiendo que hay partes que pueden ser vulnerables y manteniéndonos alerta sobre su comportamiento.
2. Mantén actualizado el software. La mayor parte de las veces las actualizaciones se crean para tapar brechas de ciberseguridad serias, sobre todo en sistemas atractivos para los cibercriminales. Asegúrate de mantener el software de tu coche actualizado con las versiones proporcionadas por el fabricante.
3. Escanea los dispositivos USB antes de conectarlos. Los dispositivos USB son los caballos de troya más comunes a la hora de instalar software malicioso en nuestros dispositivos. Así pues, es indispensable pasar el antivirus por cualquier dispositivo USB que tengamos planeado conectar a nuestro coche.
4. Apaga la función WiFi y bluetooth cuando no la utilices. Recuerda, todas las conexiones son puertas de entrada y de salida. Aunque tengamos nuestro coche actualizado con las últimas versiones de software, no merece la pena correr riesgos innecesarios. Desconecta el WiFi y el Bluetooth cuando no lo uses. Tampoco te olvides de controlar a quién le ofreces (casi mejor, no lo hagas) el servicio wifi de tu vehículo.
5. Vigila qué te descargas. El smartphone está asumiendo cada vez más funciones que antes cumplían otros dispositivos, como la de mando para abrir el coche. Pero como solemos insistir, la comodidad no debe hacernos bajar la guardia. Vigila siempre qué programas y aplicaciones te descargas, una de ellas podría ser un caballo de troya para conseguir el control de tu coche.
6. Vigila el uso de tus llaves. Con esto nos referimos a que no copien su señal. Es un paso muy básico y, sin embargo, extremadamente importante, especialmente en las llaves más modernas, que permiten controlar multitud de funciones del coche. Aunque existen muchas formas de hacerlo la más sencilla es cuando apretamos el botón para abrir y cerrar las puertas. La única manera de evitarlo es cerrando y abriendo el coche con la llave en aquellos sitios que no consideramos seguros.
7. Protege el mando de tu coche cuando no esté en uso. Este paso es una evolución del anterior. Al final sólo hay una manera de garantizar que no tomen control del mando de tu coche: poniéndolo en un sitio desde el cual los cibercriminales no puedan acceder a la señal. Por suerte, hoy por hoy venden bolsas especializadas que cumplen esa función y evitarán que alguien nos duplique el mando por "accidente".
8. Cuidado con lo que conectas al OBD2. Si no sabes lo que es el OBD2, tienes un problema. Se trata de un puerto de comunicaciones accesible en el coche que permite diagnosticar, programar o codificar los múltiples dispositivos electrónicos del vehículo. Por eso, es muy importante saber dónde está y qué hay conectado a él. Algunas compañías de seguros, por ejemplo, ofrecen dispositivos que se conectan al OBD2 para estudiar tus hábitos de conducción y así adaptar el precio de sus seguros. Al conductor responsable podría bajarle el coste de la póliza, sin embargo, también podría proporcionar una puerta trasera muy tentadora para los cibercriminales.